lunes, 22 de marzo de 2010

Vinieron tiempos en que la madre Gea, La Tierra, empezó con unas alergias muy fuertes, los humanos también sufrimos alergias pero son suavecitas comparadas con las de la Tierra.

Nosotros vivimos aproximadamente cerca de ochenta años, la Tierra, nuestro planeta, vive tantos años que es difícil contarlos, hay que hablar de millones de años.

Esta gran picazón que ella tuvo, empezó un día viernes casi al llegar la mañana del día sábado, sintió malestares y su cuerpo enorme se movió, tosió, le dieron muchos tiritones y escalofríos, parecía un resfriado, pero un resfriado de la tierra es algo grande, digamos colosal. Y esto hacía que los que vivían encima de ella sufrieran muuuchooos problemas.

Hay que decir algo antes de continuar este relato. La Tierra quiso ser muy justa y mandó avisos para que se prepararan los habitantes y personas que vivían en su piel. Envío mensajes a través de los clarividentes, que son los que ven y escuchan más que lo que vemos los humanos corrientes, también mandó ángeles, envió profetas, quedó escrito en libros sagrados como la Biblia, que iba a llegar un tiempo difícil, pero nadie hizo mucho caso. Todos andaban muy ocupados, en sus negocios, escuelas, hoteles, empresas, cabañas de veraneo, etcétera y nadie se acordó que a Gea le iba a llegar esta gran alergia donde iba a desear estirarse, acomodarse. Además, uno de las causas de la alergia era la contaminación que ya no daba más y en los mensajes siempre les decía que se portaran bien unos con otros, que todo sería mejor si actuaban correctamente. De paso, podemos decir que Dios que es Amor, tiene casas muy lindas que no conocemos, pero los santos y los maestros sabios saben que existen y que no es invento.

Así fue que muchos humanos fueron llamados por el Dios creador para vivir en otro lugar muy hermoso y abandonaron este planeta después que a éste le dio por moverse y echó abajo sus casas y el mar dio zarpazos de monstruo en las playas más conocidas.

Se fueron muchos seres queridos en un viaje anticipado pero, ya no sufrirían ningún dolor, ninguna pena y estarían con ese Padre que es bueno y es de actitud generosa siempre, aunque de pronto no nos parezca de este modo.

Así nuestra querida madre Tierra, Gea, que nos da todo su cuerpo enorme para que vivamos, después de esta gran alergia que provocó muchos desastres nos dejó pensando que así como a nosotros nos gusta movernos y también sufrimos de alergias, ella también de vez en cuando cada cientos de años igual sufre de alergias muy fuertes.

2 comentarios:

Marina Flores Rozas dijo...

Amiga,
Ya había visto tu blog infantil pero no te había dejado un mensaje. Este tipo de literatura requiere una sensiblidad especial, muy propia de ti sin duda. Además,la capacidad de abrir el maravilloso mundo de la fantasía. Gracias por compartir toda esa ternura.
Un abrazo

liberache dijo...

Gracias Marina, eres tú la que tiene la capacidad de comprender estos escritos, más allá de mi buena o mala ocurrencia, te agradezco un montón tu comentario amiga.
Un gran abrazo.

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